De todos es sabido que a la hora de aprovechar comida sobrante, las croquetas son siempre una buena opción. En casa somos croqueteros impenitentes, con lo que el congelador siempre atesora croquetas o ingredientes para hacerlas. Pescado, churrasco, chorizos en todas sus variedades y formas de preparación, cocido, verduras, mariscos varios y todo lo que os podáis imaginar forman parte de nuestros experimentos croquetiles. En cuanto al rebozado utilizamos desde el pan rallado más variopinto hasta cacahuetes, almendras, pistachos, cereales de los del desayuno o maíz. Lo que nunca habíamos hecho hasta hoy es variar el tipo de harina, siendo fieles a la bechamel de toda la vida. En este caso utilizamos harina de maíz amarillo, de la marca PAN y que ya conocíamos de otras recetas, entre ellas la de empanada que publicamos en su día. Como nos sobraba jamón del que cocimos en el caldo gallego de la anterior receta, lo aprovechamos. El resultado ha sido unas croquetas con muy buena presencia, contundentes, con sabor y textura peculiares y francamente distintas. Estupendas.
Croquetas de jamón y maíz amarillo |
Ingredientes:
- Jamón cocido (salado, sobrante del caldo gallego)
- Harina de maíz amarillo
- Leche entera
- Pan rallado
- Huevos
- Aceite de oliva
No ponemos cantidades porque la bechamel solemos hacerla a ojo.
PREPARACION
Picamos el jamón con la picadora eléctrica hasta que quede al tamaño que más nos guste. Deberá incluir un poquito del la grasa que hay entre la piel y el magro. En la sartén calentamos aceite de oliva, sin pasarnos debido a la grasa del jamón, añadimos las harina en la cantidad que deseemos y la freímos hasta que tueste un poquito. Incorporamos la leche y revolvemos a fuego lento hasta obtener un masa consistente. Dejamos enfriar, introducimos en la nevera y, cuando esté fresquita tomamos una porción de masa con una mano, compactamos apretando con la misma mano y terminamos cada una de las bolitas haciéndola rodar entre las dos manos hasta que adquiera su forma esférica. Comprobaréis que resulta sorprendentemente fácil. Cuando estén todas conformadas las pasamos por huevo batido y pan rallado. Freímos en aceite caliente y ¡a disfrutar!. Este es el resultado:
2 comentarios:
Compré una vez este tipo de harina, no hice croquetas, pero recuerdo que no nos gustó mucho, da una textura mucho más ruda y no nos convención. Todo sería darle una segunda oportunidad..., y por supuesto, quién rechaza unas buenas croquetas estén como estén :)
Muchas gracias por esta receta. :)
sera posible que puedan compartir conmigo mas recetas de maiz amarillo?
mi e-mail: mteresa15@gmail.com
saludos
Publicar un comentario