Este domingo improvisamos (y comimos) un cocidiño galego. Los ingredientes fueron sencillotes a la vez que contundentes: pechuga de pollo (sobre todo pensando en los críos), codillo de jamón curado, costilla salada, soá (espinazo de cerdo salado), grelos, repollo, garbanzos y chorizo cebollero. Este último ingrediente es muy típico del sur de Galicia, siendo más raro en el norte, donde se consumen en su lugar butelos y androllas. De hecho yo (el escribidor de esta entrada) no lo conocía hasta que me trasladé a vivir a Vigo.
El caso es que contábamos conque sobraría una cantidad de cocido más que aceptable para reaprovecharla como quiche, ropa vieja, croquetas... pero no, solo nos quedó un poco de codillo y un chorizo cebollero. O sea, que a croquetizar como locos.
El codillo lo reutilizamos de manera convencional, con sus croquetas alargaditas, hechas con la manga desechable y rebozadas en pan rallado, pero el chorizo cebollero lo preparamos en croquetas esféricas, rebozadas unas en pan rallado, otras en maíz tostado y las últimas en almendra. Respecto a las variantes en el rebozado, es cuestión de imaginación: cacahuetes, pistachos, anacardos, distintos tipos de pan rallado, mezclas con jenjibre y hasta corn flakes. De todo eso probamos en alguna ocasión y ha salido bien. O sea, que si se os ocurre otra posibilidad o ya conocéis alguna, por favor, comentad. Y ahora, a cocinar, que se hace tarde...
Croquetas de chorizo cebollero |
- Chorizo cebollero
- Harina
- Mantequilla
- Leche entera
- Aceite de oliva
- Pan rallado
- Maíz tostado
- Almendra cruda pelada
Coste: Baratito, es cuestión de aprovechar cosas
Dificultad: Si no se te da bien lo de formar croquetas puede que te cueste un poquito...
PREPARACION
Ponemos a fuego medio en una sartén aceite de oliva y mantequilla en las proporciones que más nos gusten pero adecuadas a la cantidad de chorizo que tengamos. Mientras se calienta pelamos el chorizo y lo picamos con el accesorio adecuado de la batidora. Sofreímos el chorizo, añadimos harina y mezclamos bien hasta que la harina se cocine un poquito. Añadimos leche y removemos sin parar hasta conseguir la consistencia deseada. Si es preciso podemos añadir más leche.
Una vez hecha esta bechamel, dejamos enfriar para que se vuelva un poco más sólida y nos deje formar mejor las croquetas. Aprovechamos para triturar con la picadora el maíz tostado y la almendra el grosor deseado para rebozar.
Vamos dando forma a las croquetas, pasamos por harina, huevo y el pan rallado o el rebozado que queramos.
Ya solo queda freír en abundante aceite de oliva y escurrir sobre papel absrobente. ¡A comer!.
1 comentario:
De lujo estas croquetas de aprovechamiento!! son las mejores sin duda!!! y me quedo con esa idea genial de los rebozados! que no yo del pan rallado nunca he salido! genial todo!!
;-)
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