¿A quién no le gusta un buen plato de judías verdes?. Alguien habrá, pero los menos. Los que tenemos hijos pequeños solemos quejarnos de las dificultades para que coman verdura y, en algunos casos, se les camufla para que la tomen con más ganas. Pues bien, este plato tiene la virtud de estar más bueno que el pan, ser más simple que una ecuación sin incógnitas y hacer al cocinero acreedor de éxito seguro cuando alguien se lo come. Para presumir de cocinitas, vamos. En este caso hicimos una cantidad más que apreciable. Si se te hace mucho, reduce las proporciones proporcionalmente para que te queden unas porciones proporcionadas. (¡Buffff, que redundancia más redundante!). Hala, menos chorradas y a cocinar...
Judías verdes multipotenciales |
Ingredientes:
- 1 kg. de judías verdes
- 1 y 1/4 cebollas
- 3 tomates
- 1/2 tarrina de jamón en taquitos
- 4 dientes de ajo grandotes
- 1/2 vaso de vino blanco (preferiblemente seco)
- Unas lonchas de jamón (opcional)
- Aceite de oliva
Coste: 1,90 € (Ingredientes comprados en Lidl)
Dificultad: ¿Alguien osa dudar?¡Qué lo traigan inmediatamente ante nos!
PREPARACION
En un recipiente ancho, tipo sartén o cazuela, echamos una abundante cantidad de aceite y ponemos a calentar a fuego vivo, pero no a tope. Previamente con el cuchillo habremos eliminado las puntas de las judías y cortado éstas en trozos en trozos de unos 5 cm. Ponemos las judías a freír y sobre todo al principio, cuando empiezan a soltar su jugo, revolvemos con una cuchara de madera asegurándonos de que todas cogen calor. Cortamos la cebolla en juliana (tiras) fina y reservamos. Picamos el ajo, reservamos, y con una mandolina (rallador) rallamos los tomates utilizando los agujeros más gordos que tenga el utensilio.
Cuando las judías estén hechas, cambiarán de color y adelgazarán. Podemos probarlas: tienen que estar hechas pero a la vez consistentes, que "chasquen" un poquito al morder. Es el momento de retirarlas del fuego y ponerlas a escurrir en un recipiente con papel absorbente. Vaciamos el aceite de nuestra sartén, dejando solo unas cinco cucharadas soperas y añadimos el ajo. Cuando empiece a coger el más leve color de cocinado, ponemos la cebolla y sal al gusto, removiendo constantemente porque estaremos manteniendo el nivel de fuego vivo. Irá tomando color y cuándo éste sea el que consideremos adecuado a nuestros intereses culinarios, ponemos los taquitos de jamón y dejamos cocinar medio minuto. Vertemos el vino, dejamos que se evapore el alcohol y echamos el tomate rallado. Removemos y esperamos sin parar de remover a que se haga, lo que ocurrirá en unos minutos. Ponemos las judías, mezclamos bien durante un par de minutos y ya está. Si al servirlo le ponemos por encima una lonchita de jamón cortada muy fina y somos capaces de aguantar hasta que el plato toca casi a su fin para comerla junto con el pan con el que rebañamos la salsa ¡ay, que placer!.
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